jueves

Qué onda, Sigmund?

Prometí no analizar los sueños pero este me dejó tan perturbada que hasta me da miedo comentárselo al psicólogo.

Soñé que era una especie de hermafrodita y que podía tener sexo conmigo misma introduciendo mi órgano sexual masculino en mi órgano sexual femenino.

TENÍA PIJA, ENTENDÉS, PIJA, Y ME LA PODÍA METER, DOBLAR Y METER.

Si fuera más artística y bohemia haría un cuadro con la situación pero por ahora lo voy a dejar así.

Probablemente todos tengan o hayan tenido sueños sexualmente perturbadores pero somos pocos los que nos animamos a contarlos.

Que sueñen con los angelitos, que no tienen sexo.

Chau.



No hay comentarios:

Publicar un comentario