miércoles

Burocracia judea

Todo sucede dentro del edificio del Centro Hebreo Ioná, había entrado porque necesitaba pedir un papel que certificara mi Bat Mitzvá (lo cual además de ser parte del universo onírico, es una necesidad real). Pero en vez de ir a la sinagoga, iba a la oficina de dirección del colegio, donde estaba sentado un hombre -el actual director- con un gato que se franeleaba contra su cuerpo. El señor parece que me conocía, era simpático y tenía muchas ganas de hablarme, me contaba cosas de su gato mientras él le caminaba por el cuello. El gato era muy lindo, blanco y naranja, creo que era un cachorro. El punto es que yo necesitaba el papelucho y me estaba costando mucho pedirselo, porque me daba mucha charla y me cambiaba de tema. Después lo terminaba consiguiendo y al salir de la oficina me encuentro con unos compañeros de cuando cursé 7°grado ahí, aunque no los identificaba con los seres reales. Ellos me contaban que habían abierto un kiosco posta en el colegio, que hicieron de la venta improvisada de golosinas para el viaje de egresados un negocio organizado. En un momento la cosa se pone confusa porque empiezo a subir y bajar las escaleras angostas de la parte de atrás del edificio tratando de encontrar mi aula (?), pero donde creía que debía entrar había chicos de preescolar.
En un momento, entro al baño de chicas del primer piso y estaba el espíritu de alguien que conozco pero no recuerdo quién. A pesar de haber muerto recientemente, esta persona estaba muy tranca y me contaba boludeces. Lo extraño es que hablaba un poco en castellano, pero a veces se hacía el creepy y decía cosas en inglés.