Iván, Damián y los chinos travestis zombies

Yo estaba en un bar que daba a un jardín y estaba dividido en dos habitaciones con ventanales, una roja y otra violeta. En una estaban todos los amigos de Ivan e Ivan, en la otra todos mis amigos, entre ellos Dami, que en el sueño era mi otro novio. Yo iba de una habitación o sala a la otra y los dos me hacían el mismo planteo: que no les daba pelota, que tomaba mucho y que estaba todo el tiempo con mis amigos, y estaban enojados conmigo y de mal humor, hasta que Iván me decía que nos vayamos. Aparecíamos en la parada de un colectivo, en la que había sólo un farol, alrededor todo estaba en penumbras. Había una china que hablaba con otra por señas, como chinos medio zombies y también había travestis que nos querían seducir. Yo tenía miedo de que venga la policía porque Iván tenía su mochila llena de drogas, y yo pensaba que todas las personas que estaban alrededor nuestro eran civiles que nos estaban siguiendo.

Después tenía dos brotes de granos como de burbujas como si estuviese mutando, en los omóplatos y me desesperaba y gritaba y lo llamaba a mi viejo, para decirle.